Nuestra historia
El Hogar de Amor y Protección al Niño, inició operaciones en enero de 1992 con tan solo diez niños en la denominada casa Matriz; a partir de esa fecha, ha venido creciendo en forma acelerada, a tal grado que en la actualidad da servicio a 190 niños en 12 casas: Una en Puebla, dos en Jalisco: La Esperanza y Ciudad Guzmán y Colima.
¿Quiénes somos?
Recibimos niños y niñas de 0 hasta 12 años, y en algunos casos, junto con sus hermanos menores incluso adolescentes de 12 a 15 años. La población atendida proviene de familias disfuncionales, huérfanos y otros asuntos que hacen necesaria la atención.
Misión
Visión
Amor
Protección
Principios cristianos
Educación
Nuestra historia
El Hogar de Amor y Protección al Niño, inició operaciones en enero de 1992 con tan solo diez niños en la denominada casa Matriz; a partir de esa fecha, ha venido creciendo en forma acelerada, a tal grado que en la actualidad da servicio a 190 niños en 12 casas: Una en Puebla, dos en Jalisco: La Esperanza y Cd. Guzmán y el resto en la Cd. de Colima.
El crecimiento de este Hogar se ha dado en función de las necesidades, por un lado, debido al creciente número de solicitudes de ingreso; y por el otro, a la conveniencia de agrupar a los niños y adolescentes por su edad y sexo, y para atenderlos de manera especializada, acorde a la etapa del desarrollo en que se encuentren.
El contar con espacios propios, ha ayudado a garantizar la permanencia y continuidad de los servicios otorgados. Los recursos económicos, tanto para la construcción, mantenimiento y operación de las diferentes casas, provienen principalmente de aportaciones de personas físicas y morales tanto nacionales como extranjeras, dependencias gubernamentales, fundaciones y proyectos de financiamiento.
En un nivel diferente, también están el Hogar para Formación de Señoritas “Casa Belén”, y el Hogar para Formación de Varones “Sólo para Valientes”, ambos, para el adulto y jóvenes en situaciones complicadas en su etapa de vida. Para la operación y administración de las diferentes casas, se cuenta con 35 colaboradores de planta en promedio, así como de un grupo permanente de voluntarios, que, movidos por el amor de Dios, son los pilares del éxito hasta ahora obtenidos.
¿Quiénes somos?
Las casas en Colima se distribuyen de la siguiente manera: La casa cuna atiende 22 niñ@s de 0 a 6 años. De ahí pasan a la casa Matriz. Es la casa principal y más visitada. Esta casa alberga alrededor de 35 niños y niñas entre 6 y 12 años, durante su educación primaria. Al terminar esta, distribuimos l@s niñ@s entre nuestras dos casas para adolescentes, llamadas Ventura y Unrau, y las niñas en la casa de Señoritas. En estas casas tienen la oportunidad de permanecer hasta terminar una profesión. En el caso de las Señoritas ofrecemos una casa de estudiantes, para que puedan independizarse y estudiar su carrera. También tenemos tres casas más pequeñas con un ambiente familiar, que albergan máximo 15 niñ@s.
No pedimos apoyo a los familiares de los albergados. Rara vez recibimos apoyo gubernamental.
Cada casa es operada por un matrimonio. Varios trabajadores y voluntarios apoyan diario en la atención.
Misión
El Hogar de Amor y Protección al Niño, nace con todo el deseo de poder ayudar a niños huérfanos, indigentes o maltratados, a los cuales, pudiera brindárseles todo el apoyo y atención que tendrían en un verdadero hogar, tanto en las necesidades materiales, afectivas y espirituales. Es por esto que la misión de la Casa Hogar, es brindar amor y protección a niños que por diversas circunstancias carecen de un hogar, proporcionándoles los servicios de alimentación, vestido, vivienda, educación, apoyo psico-pedagógico, médico y de trabajo social, buscando su realización personal y desenvolvimiento, en un ambiente sano de acuerdo a su edad.
Visión
La visión que se tiene en el Hogar de Amor y Protección es la formación de hombres y mujeres que se desarrollen plenamente y puedan en un futuro reintegrarse a sus familias y/o a la sociedad. Fomentando el amor a Dios y al prójimo y desarrollando principios morales en sus vidas para que puedan ser útiles a la sociedad y formen una generación de personas que estén dispuestas a cambiar su entorno a favor de los demás. Es por esto que la atención que se brinde será con el propósito de ser un modelo de vida y ejemplo de cómo debe desarrollarse una familia proveyendo cada uno de los miembros de la misma amor, respeto y aceptación hacia los otros; iniciando por aceptarse a sí mismos y contribuyendo a que exista una autoestima equilibrada para poder así mismo valorar a las personas que le rodean.